Luna Valencia, Carlos Eduardo2013-11-292013-11-292011http://hdl.handle.net/10656/2691Durante los estudios filosóficos realizados, siempre había expresado mi rechazo por esta disciplina, esto debido a la experiencia que tuve cuando la estudié en el bachillerato, ya que el método de enseñanza consistía en escuchar, escribir y en muchas ocasiones memorizar y repetir aquello que el profesor había explicado en clase; este memorizar para el caso de las evaluaciones donde se tenía que responder puntualmente a las preguntas realizadas que pedían cuenta de tal o cual autor en cuanto a su planteamiento filosófico. Esto suponía que el estudiante sólo tenía que acercarse a los textos, ubicar el problema, memorizarlo y hablar exactamente de aquello de lo que el autor habla, dejando el aspecto reflexivo y crítico del estudiante en la mínima expresión; por ende, el desarrollo del estudiante en cuanto a su pensamiento se reducía a interpretar algún autor y no a que éste hiciera un ejercicio de reflexión donde el estudiante pusiera a prueba y desarrollara su pensamiento crítico, creativo y cuidadoso.esFilosofíaPedagogíaReflexiónLa comunidad de diálogo: un espacio de libertad e igualdad en el pensamientoTrabajo de gradoPEDAGOGÍA - ESTUDIO DE CASOSREFLEXIÓN (FILOSOFÍA)PENSAMIENTO