Interpretación de las relaciones sociales y espacio -culturales. Una reflexión desde trabajo social

Abstract

La ciudad de Medellín está viviendo un renacimiento en el énfasis de temas urbanos como: la cultura ciudadana, el espacio público, el transporte y los equipamientos urbanos, y la participación, los cuales terminan por estar presentes en la conciencia colectiva, un ejemplo de esto es el tema del 3 presupuesto participativo. Sin embargo, no se puede olvidar el hecho que la ciudad aún tiene dificultades para afrontar, no sólo desde algunas zonas y grupos sociales favorecidos por las recientes inversiones, como son los populares 1 y 2, el barrio Santo Domingo, entre otros y la Comuna 13 con los respectivos Metro Cables, sino también desde los hechos, imágenes, grupos humanos y espacios que encarnan el conflicto interno. Estas propuestas permiten comprender que la ciudad más allá de una localidad física contenida en un territorio, es una realidad mucho más compleja que se da precisamente en las relaciones culturales y sociales que se construyen individual y colectivamente en los lugares urbanos. La construcción de ciudad a partir de la noción de lugar no solamente involucra cambiar estructuras y paradigmas con relación a lo urbano, sino además, implementar instrumentos acompañados de otras metodologías que garanticen la equidad física y social del territorio. Con estrategias tendientes a la conformación de lugares urbanos, se da inicio específicamente a la recualificación de áreas inequitativas plasmadas físicamente en espacios segregados de la ciudad; son condiciones que requieren repensamientos y actuaciones fundamentadas en procesos equitativos tanto físicos como sociales que hagan que ésta no sólo se abra y se vincule, sino que desde la noción de lugar, las intervenciones se planteen como espacios detonadores de nuevas condiciones de urbanidad, de convivencia y de participación para el barrio y la ciudad. 5 El Metro Cable trajo consigo otras obras que son motivo de esta investigación y que en el transcurso de la misma van reflejando el cambio de percepción de los habitantes del barrio y a su vez se modifican algunos comportamientos y costumbres. De igual forma para la comunidad la transformación del barrio ha significado progreso porque aporta elementos que generan condiciones de identidad, memoria y apropiación y además escenarios colectivos de inclusión que permiten las conexiones necesarias en la estructuración de redes sociales con los habitantes de los barrios aledaños. La reconfiguración de los espacios del barrio Juan XXIII a partir de la transformación de los mismos se convierte en un elemento significativo de la vida y práctica de la comunidad, es decir, hacen parte del proceso de creación del hábitat desde lo físico y desde lo simbólico. Este aprendizaje significativo capacita a los miembros de la comunidad para construir nuevas imágenes con nuevos significados de la mano con las ciencias sociales y la arquitectura como la posibilitadora de códigos y lenguajes, como la dimensión que escenifica y genera conocimiento individual y colectivo en los contextos urbanos y, en ese mismo sentido, la facilitadora en la construcción de comunidad y al mismo tiempo de civilización. Para abordar el proceso de investigación se hizo uso de conceptos que propone la fenomenología en cuanto a construcción social de la realidad y del habitante como actor en la producción cotidiana de ciudad, lo que implica ahondar en la comprensión de partida al origen de actitudes del sujeto, tanto en el regreso al sentido de la experiencia humana, como en el retorno a la interacción social en el barrio. De igual forma la fenomenología fundamentó las técnicas de recolección de información y a partir de allí se presentó el análisis de la información, los aspectos relevantes y las conclusiones a las cuales se llegó en el proceso investigativo. 6 De acuerdo a lo anterior, surge para la profesión de Trabajo Social un elemento de análisis e intervención, puesto que el sentido de la profesión apunta a la satisfacción de las necesidades humanas, al bienestar social y a la potencialización de los derechos de los individuos o grupos en aras del desarrollo de acuerdo al contexto. Al igual que debe tener una fuerte preparación ética individual, donde como persona se tenga una conciencia de construcción propia de identidad, que contribuya al desarrollo humano y que aporte a que en la sociedad prevalezca la justicia social, el bien común y la libertad.