Abstract:
Las pequeñas y medianas empresas (pymes), al igual que las grandes empresas del sector textil de la localidad de Puente Aranda en Bogotá, ejercen una presión considerable sobre el medio ambiente y sobre las comunidades locales. El deficiente desempeño ambiental de las pequeñas y medianas empresas de textiles las convierte en un foco contaminador que por su tamaño y número generalmente es poco detectado y controlado a nivel individual.
El problema radica en la baja capacidad de gestión en materia ambiental y el bajo conocimiento sobre costos ambientales, así como a la actitud y cultura que dominan a esas organizaciones. A diferencia de otros procesos de gestión que se llevan a cabo en las empresas, tales como la gestión de producción, mantenimiento, mercadeo, etc. Necesitan de una ética ambiental, de una planificación estratégica, que conlleve a tomar decisiones más asertivas.
Los costos ambientales están sujetos a un ordenamiento jurídico, que contempla incluso sanciones monetarias. La Secretaría del Medio Ambiente es la encargada de controlar el uso y conservación de los recursos naturales. Las empresas textiles de este sector han identificado formalmente los daños ambientales que están causando con sus operaciones a través de estudios en costos ambientales generalmente realizados por terceros, tienen documentados todos los requisitos legales y técnicos aplicables; consideran los aspectos ambientales en la planificación estratégica, presupuestan los recursos, pero no lo han hecho de manera formal.