Este trabajo examina el uso de principios bioéticos en el discurso médico
oficial para el manejo quirúrgico. Para esto, se consultaron los Materiales educativos en vídeo de la Asociación Americana de Escuelas de Medicina de los
Estados Unidos sobre las “diferencias del desarrollo sexual”, los cuales fueron
sometidos a un análisis semicuantitativo. También se consultaron algunos documentos digitales disponibles en la web para determinar los países latinoamericanos que permiten el cambio de nombre y sexo registral sin el prerrequisito de cirugías genitales. La reconceptualización del principio de benevolencia desde el humanismo médico es utilizada como estrategia retórica para
privilegiar la mirada biotécnica del saber experto y para asegurar el manejo
clínico del espectro intersexual. En contraste, la política pública de diez países latinoamericanos hace prioritarios principios de bioética y derechos humanos
al no requerir cirugías genitales. El principio de la benevolencia en el discurso
medico oficial de los Estados Unidos es un acto fallido al omitir de la discusión
las cirugías genitales y al continuar privilegiando el saber experto. El espectro
intersexual permite estudiar las interseccionalidades entre sexo/género, bioética y derechos humanos y reafirma la necesidad de inclusión de estos temas
en la formación académica desde nuestras latitudes.
This paper examines the use of bioethical principles in the official medical
discourse for the surgical management of these cases. Educational materials
on video from the American Association of Medical Schools on ‘differences in
sexual development’ were subjected to semi-quantitative analysis. Digital documents available on the web were revised to catalog Latin American countries
that allow the change of name and registered sex without the prerequisite of
genital surgeries. The reconceptualization of the principle of benevolence
from medical humanism is used as a rhetorical strategy to privilege the biotechnical gaze of expert knowledge and to ensure the clinical management of
the intersex spectrum. In contrast, the public policy of ten Latin American
countries gives priority to principles of bioethics and human rights by not
requiring genital surgeries. The principle of benevolence in the official medical discourse of the United States is a failed act by omitting genital surgeries
from the discussion and by continuing to privilege expert knowledge. The
intersex spectrum allows us to study the intersectionality between sex/gender,
bioethics and human rights and reaffirms the need to include these issues in
academic training from our latitudes.