Abstract:
El objetivo de este trabajo fue identificar la relación entre la inteligencia emocional y las conductas de riesgo, según las experiencias de un grupo de adolescentes. Para esto, se tomaron en cuenta 10 participantes habitantes del barrio de Aranjuez en Medellín, con edades entre los 14 y los 17 años. Se llevó a cabo un estudio de caso mediante dos grupos focales, en los cuales se identificaron las principales situaciones que los adolescentes perciben como problemáticas, como las proyecciones sobre su futuro o la interacción con los demás, y cómo influyen las emociones en estas situaciones. Se encontró que la forma en que los adolescentes gestionan las emociones tiene un papel fundamental a la hora de adquirir o no una conducta de riesgo. Asimismo, las conductas que manifiestan haber experimentado los participantes están relacionadas con conductas suicidas, como autolesiones, ideaciones e intentos de suicidio.Del estudio anterior se pudo concluir que las conductas de riesgo están fuertemente ligadas a la inteligencia emocional, debido a que las variaciones en ésta pueden influir a la hora de adquirir una conducta de riesgo en adolescentes, o convertirse en un factor protector frente a ellas.