Abstract:
La incidencia del entorno y el contexto físico en el cambio de comportamiento social
del individuo, nunca dejara de ser una realidad ontológica; en verbigracia de ello, la
coyuntura hoy en día, de una pandemia producto de la proliferación de un virus biológico
como lo es SARS-Cov-2, conocido como COVID- 19 reafirma y reconfigura nuevas formas
de conducta en la sociedad; a tal punto, todo los Estados, han implantado diversas medidas
de salud pública y sociales para responder a la COVID-19, entre los que se destacan: El
distanciamiento físico, cierre de centros escolares y comercios, cuarentena en zonas
geográficas, restricciones de la circulación de personas, entre otras. Ante este panorama, la
finalidad es, la prevención de contagios, debido a la no existencia comprobada de vacuna o
medicamento para su mitigación.
En ese orden de ideas, las medidas optabas por la ciudadanía, a partir de la
concientización individual, o la regulación y control social que ejerce el Estado en lo
relacionado a la prevención de contagios, tiene relación con el cambio de comportamiento
social producto de la exposición en el ambiente, bien sea personal como territorial; lo cual,
se convierte en una tesis en discutir, teniendo en cuenta, los entornos como escenarios de
oportunidades y restricciones, a partir de la percepción de los individuos y el análisis de sus
características físicas o su disposición ambiental. (Javaloy y Vidal, 2007) [Tomado de la introducción]