En Colombia se han presentado diferentes colapsos de estructuras, especialmente por mal manejo en las obras, como diseños defectuosos, materiales de baja calidad en la construcción e interventorías inefectivas o inexistentes, tanto en diseños como en la construcción, entre otras. Casos específicos que se pueden encontrar son el puente de Chirajara, en el cual la pila B colapsó por mal diseño y por procesos constructivos, de acuerdo con los conceptos de (Fiscalía, 2019). El Edificio Blas de Lezo II en Cartagena cuya construcción no tuvo licencia legal, dado que la que se presentó era falsa, con materiales de baja calidad, interventoría inexistente, incumplimiento con los diseños y se estaban construyendo cerca de tres pisos más cuando colapsó la edificación. Estas afirmaciones las plantea Liliana Madariaga (2019). Igualmente, el edificio Babilonia en Itagüí fue una construcción elaborada con materiales de baja calidad, no se construyó según el diseño, no cumplía con las normas sismo resistentes en Colombia y tuvo que ser demolido pues ponía en riesgo la vida de los propietarios y la eficacia de estructuras vecinas el Tiempo (2019a). El edificio Space en Medellín tuvo errores en el diseño además de fallas estructurales por falta de resistencia en una columna, era un edificio que no cumplía con las resistencias mínimas para soportar un sismo, su diseñador realizo la coordinación de la obra e hizo caso omiso a las advertencias de otros especialistas sobre la seguridad de la construcción.
El Chirajara fue diseñado principalmente por Héctor Urrego quien un año después retoma el diseño teniendo en cuenta que Traeco (empresa mexicana) decidió renunciar a la constructora. Coviandes, la empresa encargada de la construcción de este puente demandó a la Agencia Nacional de infraestructura, ANI, por falta de compra en terrenos donde se construyó. Se encontró que, aunque al final se pronunció la interventoría, aparentemente durante el proceso de diseños no se conoce su actuación y en la construcción permitió que se hicieran las modificaciones sin consultar al diseñador original. Entonces, la interventoría tiene una alta responsabilidad, sin que por ello se exima de los primeros responsables que son los diseñadores y los constructores. En los tres edificios mencionados: Space, Babilonia y Blas de Lezo no existió interventoría y aunque aparentemente no pierde recursos el Estado si existe daño ambiental, pérdidas económicas y lo que es más importante fallecimiento de personas. Por estas razones se propone mayor rigurosidad en las labores de la interventoría en contratos públicos y exigencia de este control en las edificaciones privadas cuando superen los dos pisos de altura.
In Colombia there have been different collapses of structures, especially due to poor
management in the works, such as defective designs, low-quality materials in construction and
ineffective or non-existent inspections, both in designs and in construction, among others. Specific
cases that can be found are the Chirajara bridge, in which pile B collapsed due to poor design and
construction processes, according to the concepts of (Fiscalía, 2019). The Blas de Lezo II Building
in Cartagena whose construction did not have a legal license, since the one that was presented was
false, with low quality materials, non-existent auditing, non-compliance with the designs and about
three more floors were being built when the building collapsed. These statements are raised by
Liliana Madariaga (2019). Likewise, the Babilonia building in Itagüí was a construction made with
low-quality materials, it was not built according to the design, it did not meet the earthquakeresistant standards in Colombia, and it had to be demolished because it put the lives of the owners
and the efficiency at risk. of neighboring structures el Tiempo (2019a). The Space building in
Medellín had errors in the design in addition to structural failures due to lack of resistance in a
column, it was a building that did not meet the minimum resistance to withstand an earthquake, its
designer coordinated the work and ignored the warnings of other specialists on construction safety.
The Chirajara was mainly designed by Héctor Urrego who took up the design a year later, taking
into account that Traeco (a Mexican company) decided to resign from the construction company.
Coviandes, the company in charge of the construction of this bridge sued the National
Infrastructure Agency, ANI, for lack of purchase of land where it was built. It was found that,
although in the end the auditing was pronounced, apparently during the design process its
performance was not known and during the construction it allowed modifications to be made
without consulting the original designer. Then, the auditing has a high responsibility, without
exempting itself from those primarily responsible, who are the designers and builders. In the three
buildings mentioned: Space, Babilonia and Blas de Lezo there was no intervention and although
apparently the State does not lose resources if there is environmental damage, economic losses and
what is more important, death of people. For these reasons, greater rigor is proposed in the tasks
of auditing public contracts and the requirement of this control in private buildings when they
exceed two stories in height.