Abstract:
“La convivencia constituye uno de los aspectos más importantes en las relaciones
humanas. Como manifestación natural” (Funes, 1998; Rojas, 1996). En la historia de la
humanidad la necesidad de convivir no ha sido solamente importante sino también necesaria.
La sociedad se estructura en diferentes procesos que permiten la convivencia, entre estos
están el respeto, la tolerancia, la comprensión, la empatía, entre otros, que construyen espacios
de armonía en diferentes contextos. Esta sociedad presenta constantes cambios, lo cual trae
consigo diferentes conflictos llevando a interrumpir de manera significativa la convivencia
social, de estas relaciones pueden surgir desavenencias, desacuerdos, comunicación inadecuada,
etc, que pueden dar lugar a conflictos interpersonales, por tanto, convivencia y conflicto se
presentan en un mismo escenario.
“Lamentablemente la convivencia se mantiene en constante lucha con el conflicto,
convivencia y conflicto se presentan en un mismo escenario. Pero no podemos obviar que
vivimos en una sociedad donde los conflictos, a veces, se resuelven violentamente y, aunque las
situaciones violentas aparezcan de forma aislada, no podemos negar que exista” (Rojas 1996).