Abstract:
Inicialmente se estudiaron las incidencias del entorno familiar y social con el apoyo de autores como Bandura llegando a confirmar un concepto de este estudioso que plantea cómo los comportamientos son conductas socialmente aprendidas, todo esto se comprobó en las actividades para la recolección de información, que demostraron la influencia de los medios masivos de comunicación, es decir, las acciones comunicativas a través de celulares, televisión, internet y otras más la incidencia de los comportamientos agresivos dados como ejemplo en los hogares de estos niños.En consecuencia, se pensó como herramienta ideal para la intervención el juego, porque por medio de él se pudieron hacer representaciones deroles sociales, como sugerencia del teórico Vicente Adelantado, pues en ese tipo de actividades se pueden imitar situaciones parecidas a las realidades de cada uno de los niños, pero con un propósito formador en valores como: el cooperativismo, la tolerancia, la equidad, el respeto entre tantos otros, por lo tanto, se logró concientizar en cierto grado a los niños y niñas, pero también a la comunidad educativa en general de cómo se puede vivir en sociedad participando de forma activa al estableciendo relaciones con los otros, siempre con el objetivo de construir bienestar y disfrutar la vida sanamente, deseando el bienestar propio y el del prójimo. Se llegó entonces a la conclusión y concientización de que así como el juego necesita reglas para poderse realizar, la vida en sociedad también necesita de reglas o leyes y de disciplina para mantener un orden establecido que puede hacer de la convivencia un hecho maravilloso que trae alegría y bienestar.